
El destino de Santigo Nasar está escrito por los gemelos Vicario y firmado por la muerte. De boca en boca del pueblo se relata la trágica muerte de Santiago, sin embargo, la noticia se hace inevitable he indudable para todos. Comienza así la evocación de una historia violenta en un pequeño pueblo de Colombia. Esta historia es contada años después del brutal asesinato de Santigo Nasar, por Gabriel García Márquez. Crónicas de una muerte anunciada, nos relata cada detalle de una muerte planeada con rigor, que exagera ciertos elementos de la historia. A lo largo de la trama es un continuo suspense, pues no se revela al lector, si verdaderamente era aquel joven quien arrebato la virginidad de Ángela Vicario.
Los gemelos de la novela «Crónica de una muerte anunciada», de Gabriel García Márquez, son personajes intrigantes que despiertan curiosidad tanto por su relación íntima como por su comportamiento en la trama.
Físicamente, comparten una apariencia casi idéntica, lo que los hace indistinguibles a simple vista. Sus rasgos faciales están moldeados por líneas suaves y ojos penetrantes que parecen absorber cada detalle de su entorno.
Desde el punto de vista psicológico, los gemelos reflejan una dualidad fascinante. Por un lado, exhiben una conexión profunda y una complicidad palpable, como si compartieran un solo ser dividido en dos cuerpos. Esta conexión se manifiesta en su lenguaje corporal sincronizado y en la forma en que se comunican con miradas y gestos sutiles, como si tuvieran un lenguaje propio más allá de las palabras.
En la escena en la que los gemelos asesinan al amante de la hermana en «Crónica de una muerte anunciada», la escenografía está cargada de elementos que contribuyen a crear una atmósfera de tensión y tragedia.
El sonido ambiente podría incluir el susurro del viento entre los edificios, el eco distante de pasos y el palpitar acelerado del corazón de los personajes. Estos sonidos crean una sensación de inminente peligro y aumentan la tensión en la escena.
Los gemelos se mueven con determinación y sigilo en la penumbra, sus figuras apenas visibles entre las sombras. Sus rostros podrían estar iluminados por la luz intermitente de una farola cercana, revelando una expresión fría y determinada mientras avanzan hacia su presa.
En un entorno nocturno y claustrofóbico, las luces parpadeantes apenas logran iluminar la calle, atrapada entre los altos edificios de la ciudad. Los sonidos del ambiente se entrelazan: el lamento de las alarmas de los automóviles, el susurro del viento que serpentea por el vacío urbano y los pasos esporádicos de los transeúntes. Entre los detalles visibles se encuentran las bolsas de basura amontonadas, los cartones abandonados y los grafitis que decoran los muros, dando vida a esta escena urbana nocturna. otro elemento que acompaña la escena son algunas luces que aparenten los faroles de las calles.
NARRADOR:
A las 9:00 de la noche, los gemelos avanzan con determinación hacia su oscuro propósito, envueltos en risas que contrastan con el grave peso de sus armas. Entre chistes y exaltaciones de justicia propia, sus voces resuenan en armonía con el eco de las calles, mientras sus pasos parecen marcar un compás más marcado de lo habitual. En la penumbra, se desplazan con sigilo, sus sombras aliadas deslizándose a su lado sobre el pavimento urbano. Apenas distinguibles bajo la intermitente luz de las farolas, sus rostros revelan una frialdad determinada mientras se acercan a su presa.
GEMELA 1: ES AHORA O NUNCA
gEMELA 2:TE CONCEDO EL HONOR
NARRADOR:
No se escucha ni un quejumbrido. Santigo solo cae al suelo de rodillas… El frío de la noche se cierne sobre ella, congelando su respiración en un instante. El pecho ahora alberga una dolorosa herida, mientras los gemelos, aprovechando la oscuridad de un callejón estrecho, se divierten con el último aliento que le queda.